Hemos definido nuestra MISION con la idea de que nos sirva como referencia y guía de nuestras actividades empresariales.
Diseñar, implementar y soportar soluciones integrales de negocios que aumenten la competitividad de nuestros clientes.
El concepto de MISION ha sido siempre visto como un deseo más que como algo tangible.
En nuestro caso, nuestra MISION regula todos los productos y servicios que podemos ofrecer a nuestros clientes porque estamos convencidos que si todas nuestras actividades están enmarcadas en la misma, nuestro cliente tendrá éxito gracias a nosotros y por lo tanto nosotros gracias a él.
¿Cuál es el significado real que tiene en nuestra empresa?
Cada vez que el comité de Dirección plantea una nueva área de negocio ó el Departamento de Consultoría un nuevo servicio tenemos que contestar a una serie de preguntas:
¿Está de acuerdo la actividad con nuestra MISION?
¿En qué medida se produce rentabilidad a través del beneficio en el negocio de nuestros clientes?
¿Produciremos en ellos suficiente beneficio para que consideren nuestro valor, siendo los socios tecnológicos en quién confiar?
La adecuada respuesta a estas preguntas forma parte del primer paso de la apertura del área o servicio, incluso en muchas ocasiones por delante del Plan de Negocio anexo a la propuesta de la nueva actividad.